martes, septiembre 25, 2012

España está de saldo


Soy mujer y española. Creo que en algún lugar de mi ADN hay una rutina que dice algo así: “hay por ahí cientos de artículos que te gustan a muy buen precio, encuéntralos y disfrutarás de lo que otros tienen, pagando menos”.


Para mí, las rebajas siempre han sido un reclamo para la compra. La posibilidad de tener los artículos que me gustaron ayer con un 50 o un 60% de descuento es algo a lo que me resultaba difícil resistirme. Ese abrigo de 250 € que se queda en 190 €, o esa lavadora que me permitiría deshacerme de la que ya no centrifuga correctamente….

Son cosas que, da igual el motivo por el que se rebajen, ya sea fin de temporada o liquidación por cierre, he adquirido con alegría y segura de haber hecho una buena compra.

Recuerdo agradables tardes visitando tiendas y apuntando mentalmente artículos a los que les haría seguimiento y si en “Rebajas” todavía estuvieran disponibles y tuviesen un precio aceptable para mí, compraría para mí o mi familia, con la consiguiente sensación de un trabajo bien hecho e, incluso, del deber cumplido.

Hace ya mucho, cuando empezaron las tiendas outlet, que son algo así como una rebaja permanente, pasé algún tiempo visitándolas con regularidad y adquirí bastantes cosas en ellas.

Pero hace tres o cuatro años que, gradualmente, he ido perdiendo interés en ellas.

Estaré deprimida pero, por algún motivo, hace meses que no me apetece ir de compras. Lo cierto es que las últimas veces que me di una vuelta por los outlets me pareció que no había nada que mereciera la pena. Los artículos carecían de la calidad que podría suponérseles, estaban sobados en demasía e incluso presentaban enganchones o descosidos.

Claro, las marcas pensarán que todas esas prendas, que están de algún modo deterioradas, son buenas para el outlet, siempre y cuando estén baratas.

Además, alguien me comentó no hace mucho tiempo, que algunas marcas fabrican artículos económicos que, saltándose el paso de la tienda normal, eran directamente para la venta en los outlets.

En fin que, entre unas cosas y otras, esa afición que tenía a visitar los escaparates de mis establecimientos favoritos con regularidad, para ver si habían traído algún artículo de mi interés, ha desaparecido. Ya no me apetece… claramente alguien o algo me ha asesinado esa ilusión.

Hoy escribo esto, segura de que habrá muchas mujeres que pensarán como yo respecto a este tema, para contarles que viniendo a la oficina he visto un cartel, del tamaño de una valla, que decía: DEPORTES FULANITO “Rebajas Permanentes” .

Es ridículo! Al hacer permanente la rebaja, se convierte en el precio normal de las cosas. No lo ven Uds. así?

Creo que empiezo a entender porqué ya no me apetece ir de tiendas; sería del todo imposible revivir esas antiguas sensaciones, encontrar los chollos que le daban sentido a buena parte de mi tiempo libre y me hacían feliz.

Además, hablo con amigos que me cuentan que venden un piso por debajo de su valor y, aún así, nadie lo compra. Y los viajes?  ahora ya vienen todos con descuento. 50, 60 y 70%'s permanentes en vivienda, ropa, electrodomésticos, viajes....

En fin, los chollos te encuentran a tí. Carteles, mails, anuncios en internet.... He perdido totalmente la afición por la compra, igual que un cazador pierde interés por piezas mermadas de facultades.

Y es que España, entera, está de saldo permanente!

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