viernes, julio 15, 2011

LAS MOSCAS EN VERANO


En estos últimos años, algunos nos hemos echado las manos a la cabeza al enterarnos de que el gobierno, de esta comunidad autónoma o el de aquella otra, había gastado 1.300.000 € en informes con títulos como: “El impacto medioambiental del mejillón tigre en las costas Catalanas” o “Actuaciones de control y erradicación poblacional de especies exóticas invasoras en el medio natural”.


Lo cierto es que no es una cantidad muy desorbitada de dinero si tenemos en cuenta que, para confeccionar esos informes, una media de 3 personas han vivido dedicadas a la contemplación del mejillón Tigre o la especie que sea durante 10 años. Los imagino en un apartamento, de un edificio encalado, a la orilla del mar en un pequeño puerto de pescadores.

Solos y dedicados exclusivamente al trabajo? Nooooo! En cuanto pillan la subvención agarran al novio o la novia y les dicen algo así: -Ven aquí Churri, quieres que mami te solucione la vida durante la próxima década?, prometo vivir solo para ti y para el mejillón Tigre, claro!
Y como son jóvenes, románticos y llenos de ideales dicen que sí.
Yo he hecho un informe sobre las moscas en verano.
Antes de leerlo les ruego que sean generosos conmigo. Lo cierto es que, en mi caso, lo he hecho totalmente sola y durante la semana del 3 al 9 de Julio. Como verán, mi informe está hecho en un tiempo record y abonando yo misma mis costes de alojamiento y manutención en el hotelito Almeriense.



Dia 1.Llegada al hotel. Venimos de Madrid, 6 horas de coche y nos apetece un café con hielo y un chapuzón en la magnífica piscina que vemos desde el balcón de la habitación.
Bajamos, nos sentamos en el bar de la piscina y pedimos nuestro café.
Nos bebemos el café a toda prisa antes de que alguna de las moscas que nos rodean acierte a meterse en el vaso, debe ser esa hora tonta del día, están muy revolucionadas!.
Nos lanzamos a la piscina huyendo de ellas. Con la cabeza bajo el agua no hay problema.
Nos ponemos al sol, probablemente las moscas prefieran la sombra y nos dejen en paz.
20 minutos después mi marido, con la excusa de que habrá que ducharse y arreglarse para cenar, me conmina a regresar a la habitación.

Día 2.Hace un hermoso día. Mi marido ya se ha ido a trabajar y yo me pongo factor protector 20 para bajar a la piscina.
Me hago unos largos y salgo dispuesta a leer un libro tranquilamente y así pasar la mañana.
En el sol las moscas no me dejan leer. Se me ha caído varias veces el libro encima cuando manoteo para quitarme las moscas de los ojos y las orejas.
Para las vacaciones es mejor comprar libros con mala encuadernación. Las esquinas duras me han causado un par de hematomas en cuello y escote.
Media hora después me voy a la playa. Hay que conducir 15 minutos pero quizá allí no haya moscas.

Día 3.
Esta mañana me voy directamente para la playa. Allí no había moscas y además, mi marido me ha dicho que esta tarde, cuando acabe de trabajar, lo espere en la piscina del hotel que le apetece darse un chapuzón y tomar algo el sol. Creo que no se quiere volver totalmente blanco a Madrid, lo cual es comprensible.
Son las 19,15 y llevo ya 20 minutos esperándole en la piscina. En la sombra las moscas atacan igual. Deduzco que ellas no necesitan tomar el sol, ya están morenas!. Hoy no he bajado el libro pero ya llevo hechos 30 largos. Se está tan bien en el agua!
Mi marido llega a las 19,30. Estoy cansada de nadar y las moscas me han puesto de muy mal humor. Sé que el no tiene la culpa pero cuando llega con el bañador y la toalla le digo que yo me subo ya a la habitación, que me tengo que depilar y que el se esté tranquilito allí disfrutando del solete. Me parto de risa por dentro. Le doy 5 minutos!

Día 4.
Hoy, después de desayunar me voy para Terreros. Tengo allí una amiga a la que hace mucho que no veo. Son 35 minutos en coche pero me apetece verla y además….Terreros es también Almería pero... quizá no haya moscas!
Son las 19 h. He pasado un buen día Terreros, y espero que mi marido llegue a la piscina. Espero que me vea cuando llegue, tengo la sensación de que no me reconocerá fácilmente. Todas las moscas han venido a verme. Parece que me han echado de menos!

Día 5.Playa por la mañana y de nuevo en la “pisci” por la tarde.
Si nos quedásemos una semana más…Michael Phelps no sería nadie a mi lado.
Me tumbo al sol. Me alegro, hoy parece que hay menos moscas.
Llega mi marido, vaya piernas blanduchas que tiene!. Se tumba a mi lado y me comenta como le ha ido el día. Cada dos frases se queja de que las moscas lo están atacando. Le contesto que es un “quejica” y que el método es ignorarlas. Que desde que yo lo hago me molestan bastante menos, así que debe aprender a ignorarlas. Me consta que eso las jode.

Día 6.
Hoy viene mi amiga desde Terreros a estar conmigo en el hotel y, de paso, ver también a mi marido. La espero en la piscina. Son las 11,30 y llevo ya 40 largos (en dos tandas). Me atrevo ya hasta con el libro.
13,30 h. Por ser viernes, mi marido ya ha acabado el trabajo para el que ha sido contratado y estamos los tres tomando una cervecita en el bar de la piscina.
A las moscas de Almería les gusta la cerveza más que a mí. Debe ser por el calor!.
Decidimos comer un arrocito negro con all y Oli allí mismo y mientras lo esperamos pedimos otra cañita. El camarero nos mira desde dentro, se apiada de nosotros, se acerca y nos cuenta el truco: Hay que colocar los posavasos sobre los vasos de cerveza, que así no entran las moscas. Como no se nos ocurrió a nosotros? Supongo que los lugareños saben más de estas cosas.
Hace un poco de aire y los posavasos se vuelan. El mío de hecho es irrecuperable, voló hasta meterse en la piscina.
Llega el arroz, tiene buena pinta. Corremos al interior del local. De repente, alrededor de un millón de moscas (y no exagero ni una) se han autoinvitado a comer. Hasta ahí podríamos llegar, una cosa es que no hagas daño a los animales, y otra compartir el plato. Ni siquiera a mi querida gata, que era limpia como nadie y ha vivido conmigo durante 14 años le he permitido algo semejante!

Día 7.
Ultimo día en el hotel y último baño en la piscina.
Las moscas ya no nos molestan. Creo que hay muchas menos porque…¿cuanto tiempo vive una mosca? Vivirá como mucho 4 o 5 días! Aquellas moscas pesadas que había cuando llegamos habrán muerto ya.
Son las 11,30 y hay que salir para Madrid. Al dejar la piscina me fijo en que hay mucha gente en las hamacas que manotea y se palmea el cuerpo como atacada.
Ya está, ya lo tengo claro!; Las moscas molestan a los que están blanquitos!.
Son los nuevos en el hotel. Hoy es el día en que los chupan, los recorren y los olisquean. En un par de días ya los conocerán y no les harán ni caso.
No sé si explicárselo o pasar. Se lo comento a mi marido. Me mira con una expresión rarísima y me dice: -Tira para arriba que todavía hay que hacer la maleta.

Las conclusiones finales las pueden sacar Uds. mismos. Que quieren, por el precio de este informe!

Hablando en serio; lo cierto es que yo no conocía nada de Almería y les aseguro que, desde Murcia al cabo de Gata, esa costa es digna de ver. Tiene bonitas playas de arena intercaladas con pequeñas calas bajo los acantilados.

Su gente es muy agradable y lo pasé realmente bien a pesar de las moscas. ;-)

1 comentario:

Justa M. Cuéllar dijo...

Jajaja, me ha encantado tu informe. Aunque deberías de decir "las moscas del hotel de Almería", que quien lea sólo el título cree que en Almería no hay nada mas que moscas. He pasado unas risas leyendote. Muchos besos