viernes, febrero 16, 2007

MI COCHE



Hace medio año que adquirí un 206 CC. Me gusta este modelo desde que, hace 8 años, amarillo y descapotado lo ví en una revista de motor.
Como para muchas mujeres, la estética en los coches es muy importante para mí. Cualquier coche te lleva al trabajo pero,..… como un buen par de zapatos de tacón,
este lo hace con mucho mas estilo.
Su línea es vanguardista pero, en cierto modo, tiene muchos guiños a modelos de los años 50. El mío en concreto es negro con la tapicería bicolor en rojo y negro. Los asientos son bastante envolventes y resultan cómodos en trayectos cortos y medios.
Quizá le falta amplitud para desplazamientos más largos pero, ¡siempre tienes el de tu marido para esas ocasiones!.
Si es bonito cubierto, sin capota “quita el sentío”.
La capota se quita o se pone en 20 sgs., y me sorprendió agradablemente poder seguir escuchando música a 120 km/h.
Por supuesto tiene ABS, sistema de audio JBL ( que se maneja desde un mando a la derecha del volante), ordenador de viaje (que informa del consumo instantáneo y acumulado, Kms. Recorridos, velocidad media….) desde un botón al final del mando del limpiaparabrisas y algún extra mas a los que ya nos hemos acostumbrado todos.
Su volante es muy sensible y se agarra al asfalto magníficamente.
1,6 l, 16 v, 110 cv.,…Nimiedades! Lo que de verdad cuenta es que cuando lo conduzco me siento bien, poderosa, cómoda, elegante, … Y es que ¡LOS ZAPATOS PLANOS NUNCA ME HAN SENTADO BIEN!

jueves, febrero 08, 2007

LA TEORÍA DEL CAOS


La teoría del caos parece estar de moda. A simple vista da la impresión de que, en cualquier materia, cuando los expertos no encuentran la manera de explicar algo, ahí está la teoría del caos. Como una gran saca, parece que todo tiene cabida en ella. Resulta increíble que hasta los años cincuenta no se empezase a escribir sobre la teoría del caos. La humanidad ya había tenido tiempo de darse cuenta de que el orden real o natural poco tiene que ver con el que los humanos pretendemos reducir y encorsetar, mediante fórmulas, diagramas, esquemas….., conceptos como el clima, la salud o el tiempo.
Eso no significa que, debajo del aparente caos, no subyazca algún tipo de orden. Es un orden flexible, un orden que se amolda a las distintas contingencias que puedan venir a alterar un determinado sistema.
Poniendo como ejemplo la mente humana, se sabe que los trastornos mentales como el autismo, la depresión, etc… no se deben, como podría parecer, a una mente caótica sino a una demasiado ordenada, demasiado estricta.
Si hablamos del corazón, todos pensamos que tiene un ritmo regular y ordenado pero no es así. Un corazón sano tiene la capacidad de reaccionar frente a distintos estímulos bombeando mas rápido y mas fuerte mientras que uno enfermo late de una forma mucho mas ordenada, no es capaz de cambiar su ritmo para adaptarse a nuevas condiciones.
Todos, por el hecho de formar parte de la naturaleza, estamos inmersos en el caos. Es un caos que no tenemos que controlar, sabiendo que somos parte de el, debemos actuar como la Palmera frente al viento: fuerte pero dúctil. Debemos sensibilizarnos positivamente frente a los cambios y lo novedoso y, aceptando que el aleteo de una mariposa en el Ecuador puede producir un huracán 3 meses después, darnos cuenta de que individual o colectivamente tenemos realmente la capacidad de cambiar el mundo.