jueves, octubre 04, 2007

TALASO ATLÁNTICO. Un lugar muy recomendable.


Hoy quiero compartir con vosotros un nuevo hallazgo. Hace una semana pasamos un par de días en un bonito hotel de Baiona (Galicia). Es un lugar en la falda de una montaña con vistas al mar. Su fachada es la típica gallega, de piedra con balaustrada. Tiene 70 habitaciones y amplias zonas comunes, lo que hace que, aunque esté completo, la sensación de comodidad y descanso esté garantizada. La gastronomía del "Hotel Talaso Atlántico" está muy cuidada. Como es habitual en Galicia, se comen fenomenales carnes y pescados en un entorno realmente acogedor.
El personal del hotel es de una amabilidad exquisita con el cliente. Ese es otro de los puntos fuertes de este establecimiento que sin duda colabora a la sensación de relax y bienestar que allí se respiran.
Pero…Lo que a mí me ha dejado totalmente enganchada es la Zona de Talasoterapia. Usando el agua del mar después de filtrada, y a una temperatura de 33 Gº, cuentan con un circuito de chorros direccionales, zonas contracorriente, sillas y camas de burbujas, Jacuzzi a 36 Gº, poza de agua fría y alguna otra cosa que seguro olvido, todo ello capaz de hacer las delicias del cliente más exigente. Como complemento del circuito acuático, y en el mismo recinto, tienen a disposición del cliente sauna y baño turco.
La zona de talasoterapia se completa con las cabinas de tratamiento específico. Siempre aconsejados por el Dr. Del complejo, pueden hacerse tratamientos para el extress, el reuma, el envejecimiento… o simplemente disfrutar de magníficos y relajantes masajes.
Se nota que estoy deseando volver?
Si tenéis tres o cuatro días libres y no sabéis que hacer con ellos, visitad el Talaso Atlántico. Un establecimiento magnífico para estancias románticas, reuniones de empresa o simplemente para alejarse durante unos días de la rutina diaria.
Que? Ya estás buscando tu excusa?

viernes, agosto 10, 2007

EL NUEVO MIEMBRO DE LA OFICINA



Cerca de nuestra oficina hay una charca en la que esta primavera descubrimos primero huevos oscuros en hilera y luego renacuajos. Lo cierto es que nos acercábamos de vez en cuando hasta aquel lugar para ver la metamorfosis de los animalitos. Creo que todos pensábamos que eran ranas. Hace algo más de un mes unos compañeros de trabajo que habían ido a dar una vuelta a la hora de comer volvieron de la charca con un sapito.

Le hicimos un agujero en una de las macetas de la oficina cubierto por una teja y lo dejamos allí. No tardó en encontrarlo e instalarse en el. Después de investigar, parece ser que es un "Sapo Corredor",(Por lo menos no es un sapo verrugoso) lo cierto es que corre que se las pela detrás de las hormigas y las moscas sin alas que le proporcionamos cada día. Ya ha cogido algo de peso y, aunque nuestra relacción con el no se puede decir que sea muy íntima, lo cierto es que nos hemos acostumbrado a verlo allí y a cazar para él moscas y hormigas. En fin, creo que nos tiene bien domesticados. Os presento a TOAD y prometo teneros al día de sus aventuras en el Poto de la oficina.

martes, junio 26, 2007

Bienvenido Miguel!















Hola a todos!
Este es Miguel, mi nuevo sobrino. Como podéis ver ha nacido hecho un tío.
Todo ha salido muy bien y tanto él como su mamá se encuentran perfectamente.
Estoy deseando verlo en persona.

¡Bienvenido al mundo Miguel!

martes, junio 12, 2007

PRESSTO? NI SIQUIERA BENNE

Elegí, para mi dormitorio, una tela “monísima y carisísima” con la que hice confeccionar una colcha, un cabecero, unas cortinas y unos almohadones. El resultado fue muy satisfactorio.
Hace 20 días llevé a una tintorería PRESSTO (en C/ Nogal de Torrelodones) las fundas de los almohadones de de ese dormitorio.
Uno estaba bien, pero el otro había quedado totalmente destrozado. Se habían mezclado los colores y tirarlo es lo único que se puede hacer ya con el.
Pregunté que había pasado y una señora extranjera que trabaja allí no supo decirme nada. Yo la miré y le dije que tendrían que arreglarlo de alguna forma, hacerme otro almohadón igual o resarcirme de la pérdida de algún modo.
Me dijo que me llamaría el encargado, que en ese momento no estaba en el establecimiento,
Esperé una semana y volví a PRESSTO para ver si encontraba al encargado que, por supuesto, no me había llamado. Tampoco estaba, pero la señora me juró que me llamaría durante ese mismo día.
Regresé a los 5 días sin haber recibido la llamada y luego me acerqué al establecimiento en dos ocasiones más. Siempre obtuve lo mismo: NADA.
La última vez, cansada ya de que me tomasen el pelo, pedí una hoja de reclamaciones e hice mi denuncia. Denuncia que voy a mover, no lo duden, hasta el límite legal permitido.
Si hay algo que no aguanto es que me tomen por tonta y crean que a fuerza de escabullirse, se me va a olvidar el asunto. Pues no, de hecho, cuanto más lo pienso mas estafada me siento. Pueden creer que ni siquiera me ofrecieron devolverme el dinero que me costó el destrozo del almohadón?
Con el tiempo, me han dejado mucho para pensar, me estoy dando cuenta de que esa tela probablemente esté descatalogada, así que lo que han estropeado no es un almohadón sino un conjunto de dormitorio que ya no está completo por lo que ha dejado de ser el conjunto perfecto que yo tenía. Me entienden?
Si, si, parece que hay base para reclamar daños y perjuicios.
He entrado en la Web de PRESSTO y les he informado sobre la reclamación pero…..¡Que raro, no hay tampoco respuesta!. Quizá entre el Know- How que ofrece la marca PRESSTO a sus franquiciados figura la manera de conseguir que los clientes insatisfechos olviden, por cansancio, sus reclamaciones.
En la RED figuran abundantes informaciones sobre la marca PRESSTO.
Parece que su crecimiento es espectacular. En 2004 creció un 6,6% y abrió en España 27 nuevos establecimientos. En 2005 su crecimiento fue de un 7% y fueron abiertas, solo en España, 21 nuevas tintorerías PRESSTO. Actualmente tienen presencia en 18 países y están atacando el mercado asiático y estadounidense.
Según Alfredo Zamora, presidente de PRESSTO, quieren ser la franquicia española de servicios mas extendida del mercado.
Me pregunto si este es un objetivo legítimo a juzgar por como tratan a sus clientes!
Quieres opinar?

jueves, abril 26, 2007

LA VIVIENDA MODERNISTA

 Ursula se dio los últimos retoques frente al magnífico espejo de su dormitorio.
Se había puesto su mejor vestido y sin embargo el espejo le devolvía una imagen que le costó reconocer.
A pesar de sus 29 años, su cara no tenía buen color, había sombras grises bajo sus ojos y el vestido le quedaba claramente holgado.
Lo cierto es que hubiera sido extraño que su cara y su cuerpo no exteriorizasen tantos disgustos, problemas y desgracias como le había tocado sufrir en los últimos meses.

Víctor, su marido, había fallecido tras una larga y penosa enfermedad, cinco meses atrás. Enfermedad que, además de con su salud, había acabado con las arcas del matrimonio.

Los últimos cinco años habían pasado mas tiempo en el balneario de Caldas, en Oviedo, que en su propia casa.
Víctor, a los dos años de casarse, desarrolló una tuberculosis. Los médicos, al principio, no le dieron mucha importancia pero le aconsejaron que pasara seis meses en el balneario haciendo “curas de aguas” y de reposo.
Cuando regresaron Víctor parecía estar repuesto pero, a los cuatro meses tuvieron que volver a Caldas pues la enfermedad reapareció con fuerza. Una mañana cuando Ursula despertó vio que su marido dormía todavía a su lado. Parecía respirar con dificultad y había una mancha de sangre bajo su cabeza. El Dr. Le envió de nuevo al balneario de Caldas, y esta vez le dijo que permaneciera allí un año entero.
A partir de ese momento, cada vez que Víctor se encontraba suficientemente fuerte y decidía bajar a Madrid una temporada a ocuparse de sus negocios, volvía al balneario agotado, deprimido y con un claro avance de la enfermedad que le aquejaba.
Esa fue la vida de Ursula los últimos años. En el balneario, hicieron algunos amigos con los que tomar el te y charlar un rato pero todos acababan por irse, bien a su casa totalmente recuperados o bien al seno de Dios, si no habían podido superar su enfermedad.
Ursula nunca se acostumbró a esas noticias que invariablemente le llegaban mientras disfrutaba del desayuno en el agradable comedor. Leyó mucho sentada en el invernadero mientras Víctor tomaba el sol en la tumbona y dio grandes paseos por los senderos campestres que rodeaban el balneario.

Cuando su marido murió, Ursula se dio cuenta de que su casa, la casa que Víctor hizo construir para ella a un famoso arquitecto Belga, estaba en manos de los acreedores. Le dieron seis meses para marcharse de allí.
Recorrió con los ojos una vez más su dormitorio. La cama, la cómoda y el espejo eran tres piezas bellísimas, de madera clara, llenas de voluptuosas líneas curvas. Ese era el elemento que unía todas las estancias de la casa: El movimiento.
Parecía que la casa estaba viva, no seguía los patrones impuestos por la arquitectura de la época y a Ursula le gustaba imaginar que había brotado de la tierra para ella.
Cerró la puerta de su dormitorio y bajó la hermosa escalera que llevaba al Hall. Quizá esa escalera fuese la pieza más especial de la casa. Era un armazón de hierro visto y en el aire del cual salían ramificaciones a modo de tallos de hiedra que formaban tanto el soporte como el ornamento de la balaustrada y continuaban, a modo de dibujos, en las paredes. Esta continuidad no acababa allí. Donde estos tallos dibujados en los muros se encontraban con la única ventana del Hall se convertían en vidrio y continuaban después de la vidriera abrazando el muro.
Atravesando el salón, Ursula salio al pequeño jardín de la parte trasera de la casa. Estaba sostenido por un esqueleto metálico visto y buena parte de el se encontraba cubierto por una especie de casita de cristal a modo de invernadero. Era lo que Víctor y ella llamaban su jardín de invierno.
Volvió sobre sus pasos y se sentó en una de las butacas que acompañaban el velador central del Hall. Este era de planta octogonal, la maravillosa escalera de hierro bordeaba los muros de buena parte de el y al mirar hacia arriba una gran claraboya mostraba el cielo azulado y claro durante el día y la luna y las estrellas en las horas nocturnas.
Tuvo que hacer acopio de toda la fuerza y el valor que le quedaba para levantarse de allí y atravesar la puerta de salida.

Ursula se dirigió a casa de su hermana que, cuando se enteró del estado económico en el que se encontraba, la acogió en su casa a cambio de que se ocupase de la educación musical de sus hijos.
No quiso mirar hacia atrás, sabía exactamente lo que encontraría. La fachada de su casa era estrecha, de tres pisos, se arqueaba en las esquinas y en el centro donde se encontraban la ventana en el piso bajo y los balcones en los dos superiores. Armazones de hierro visto adornaban las esquinas y soportaban el peso de los balcones. Las rejas de las ventanas, que parecían surgir serpenteantes del interior del edificio, eran la admiración de todo el que pasaba por allí.
Había caminado ya algunos pasos. Se detuvo, consciente de donde se encontraba y, sin volverse, pensó que si se diera la vuelta en ese momento, podría ver la pirámide de cristal (claraboya) que coronaba aquella casa que tanto amaba y que tan poco tiempo había podido disfrutar.

viernes, abril 13, 2007

LA VIVIENDA EN EL RENACIMIENTO




12, Junio de 1.569



Espero, amigo Diego, en la fortuna que al recibo de estas letras goces de buena salud y el alumbramiento de tu esposa, previsto como estaba para el mes de Mayo, te haya colmado de dicha. Es varón como esperabas?

Hace escasos quince días que me hallo en casa de mi tío Andrés de Ayala. Como te contaba en mi anterior carta, enterarse de que había acabado mis estudios de ingeniería y hacerme llamar para que pudiese ayudarle en sus proyectos arquitectónicos fue todo uno.
Nada más llegar me di cuenta de que, si bien mantiene una enorme agilidad de pensamiento, sus piernas no le responden como antaño.
En el pasado, gocé de su compañía en no pocas ocasiones pero, nunca me había dado cuenta de su gran pasión por lo que hace y sus enormes conocimientos de Cantería, Rejería y cualquier otra disciplina que tenga que ver con la arquitectura.
No dudo que los años que pase en su casa, ayudándolo en sus proyectos, van a ser para mí de inestimable valor para el futuro.
En estos últimos seis años, se ha construido para sí, en la Plazuela del infante Don Sancho, una casa que es su orgullo y donde ahora yo resido.
Como sé que este tema es también de tu interés, voy a explicarte someramente las características de su nueva casa que, ya es conocida fuera de las murallas de esta ciudad, por su innovador estilo y su belleza.
La fachada es de concepción horizontal y consta de dos cuerpos. En el primero, sobre zócalo, hay dispuestos una serie de vanos adintelados y coronados por un frontón triangular.
La portada principal, adintelada también y con columnas jónicas, queda coronada por ángeles que sostienen, sobre filacteria, el escudo de armas de la familia de mi tío Don Andrés de Ayala.
A la derecha de la puerta principal se disponen en hilera seis grandes anillas de hierro para las cabalgaduras.
En el cuerpo superior, separado del inferior por sencillas molduras, se rasgan los vanos hasta convertirse en balcones que quedan perfectamente alineados sobre los vanos del cuerpo inferior. Estos balcones están dispuestos sobre pequeñas peanas, enmarcados por ligeras molduras y rematados por una cornisa sobre la que descansan frontones de arco abierto.
Corona toda la fachada una gran cornisa volada con un friso de grandes ovas.
Tras la portada adintelada, y ya en el interior de la casa, encontramos un gran zaguán que da acceso al patio. Este patio, intimista y reducido, está porticado a dos alturas. En el piso inferior, lo soportan columnas anilladas y en el superior arcos de medio punto. En las enjutas de los arcos del piso superior hay sencillos relieves pétreos con los signos del zodiaco.
La parte interior del alero, así como el techo de la escalera que parte desde una esquina del patio, están decorados con un magnífico artesonado.
Entrando en el patio, a la izquierda está la cocina así como todas las dependencias auxiliares y también la salida al huerto trasero.
A la derecha se encuentran varias salas de recibir y el comedor. Todas ellas son espaciosas, y están adornadas con oleos y tapices.
Las ventanas tienen cristales emplomados y cortinajes de terciopelo.
En el piso superior hay media docena de dormitorios. El que yo ocupo, consta de una gran sala en la que hay un velador con dos sillas en una esquina, una mesa de trabajo cerca del balcón para que esté convenientemente iluminada y dos alcobas, a las que se accede por grandes arcos con cortinajes de terciopelo verde. Ambas alcobas tienen camas matrimoniales.
Los muebles son de maderas nobles, caoba, cerezo, nogal, …
En fin, amigo Diego, yo era conocedor de que mi tío tenía un buen pasar pero esta casa le debe haber costado no pocas bolsas de Escudos de Oro.
Callo ya y salgo a dar mi acostumbrado paseo de antes de cenar. Esta ciudad es realmente agradable de recorrer en esta época del año.
Espero que puedas gozar pronto de unos días de vacaciones y te acerques a visitar a este amigo que te recuerda con cariño y queda ansioso por abrazarte de nuevo.

Francisco Molina

lunes, marzo 26, 2007

HOTEL RURAL CAMINO DE LA LASTRA






El sábado 17 de Marzo estuvimos en el Hotel Rural “Camino de la Lastra”, un acogedor establecimiento de 5 habitaciones, cada una de ellas con nombre e identidad propias. Están provistas, todas ellas, de TV y DVD y un baño completo.
El hotel cuenta con bonitos rincones donde pasar un rato leyendo, viendo TV o simplemente charlando. El desayuno se vende con la habitación pero, también se puede comer de encargo.
Tiene también un pequeño jardín con piscina (climatizada) y barbacoa que, en verano, será sin duda uno de los rincones mas concurridos.
El hotel está hecho con materiales respetuosos con el entorno. Piedra en sus paredes, pizarra en la cubierta y carpintería interior y exterior de madera. Esta arquitectura tradicional le da al inmueble un carácter rústico y antiguo pero, al ser de nueva construcción, el interior no está desprovisto de las comodidades de hoy en día.
En el interior del hotel, exceptuando las habitaciones y para potenciar su carácter rural, las paredes conservan la piedra vista, esto y las dos chimeneas del inmueble hacen sus rincones envolventes y acogedores.
Existe en el hotel, para uso de los clientes, biblioteca, un amplio repertorio de películas en DVD, juegos de mesa y WIFI gratuito.
Seis hermanos son los responsables del hotel. Después de veranear en Sta. María de la Alameda toda la vida, decidieron construir la casa para poder ofrecer a otras personas la posibilidad de pasar unos días en tan hermoso lugar.
El enclave del hotel es magnífico. Está situado en el término municipal de Sta. María de la Alameda, en las estribaciones de la sierra de Guadarrama y a 1.420 m de altura.
Debido a su altura desde numerosos puntos del pueblo puede disfrutarse de espectaculares vistas de valles y montañas.
Está previsto que forme parte del futuro Parque Nacional de la sierra de Guadarrama debido, entre otras cosas, a su belleza y gran biodiversidad. Allí habitan algunos animales en peligro de extinción como la cigüeña negra o el águila imperial ibérica.
Las opciones de ocio en la zona son variadísimas: Senderismo, rutas a caballo, Pesca en los recodos de los ríos Cofío y Alberche, recogida de setas y para los más intrépidos, parapente.
La gastronomía de la zona consiste en buenas carnes de ternera de ganaderías propias, asados de cabrito, guisos de garbanzos con níscalos, y una gran variedad de platos a base de de las especialidades micólogicas que se recolectan en la zona.
Cerca de Sta. María de la Alameda se puede visitar poblaciones como El Escorial, Peguerinos, Robledo de Chavela, Las Navas del Marqués y Avila.
En resumen y desde nuestro punto de vista, tanto el Hotel “Camino de la Lastra” como el entorno en que se encuentra son muy recomendables.
Si Ud. no ha hecho planes para el próximo fin de semana no dude que allí pasará momentos muy agradables y tranquilos. Bueno, tranquilos solo si Ud. quiere.
Eche un vistazo a su página web: http://www.caminodelalastra.com/

miércoles, marzo 21, 2007

LA VIVIENDA EN LA EDAD MEDIA



Jimena estaba de nuevo sola en casa. A sus nueve años  ya hacía dos estaciones que se ocupaba de las tareas domésticas.
Su padre y hermanos habían salido, en cuanto despuntó el sol, hacia las eras. Era época de trilla y preferían hacer todo el trabajo posible antes de que el abrasador sol de Agosto estuviese muy alto.
Su madre y su hermana Elvira también habían salido, desde hacía seis días, iban a escardar. La recogida de lentejas era uno de los trabajos más duros de la estación. De hecho, su madre tenía un espantoso dolor de espalda de tener doblado el espinazo durante tantas horas al día y su hermana se quejaba de los arañazos y callos que tenía en las manos. Elvira iba a casarse después de la vendimia y la noche anterior se miraba las manos y comentaba con tristeza que esas no parecían las manos de una novia.
A Jimena le tocaba el trabajo de la casa. Era media mañana y ya había ido a buscar dos cántaros de agua y al río a lavar algunas prendas de ropa que había dejado sobre unos pequeños arbustos de romero para que el sol secase. Debía acordarse de recogerla en la tarde!
Su casa era como otras casas de la aldea. Desde fuera, tenía una amplia fachada de adobe encalado con 4 puertas, la de la vivienda, la del corral y dos más pequeñas a los lados. Estaba rematada por un techo a dos aguas de vigas de madera vistas y tejas sobre la cubierta. En su interior se dividía en una sala principal, a la que se accedía directamente desde la puerta de entrada y que tenía un gran hogar en el suelo haciendo esquina, tres alcobas en hilera y la parte trasera, en la que se encontraban la boca de la bodega (que se extendía bajo buena parte de la casa), la leñera y el pajar.
Cruzando una tras otras las alcobas de la casa, se encaminó al pajar, una sala grande y con altos ventanucos por los que se colaban dorados rayos de sol. Cogió paja y en el camino de vuelta, de la leñera cogió también un par de troncos. Con todo ello avivó la lumbre del día anterior. Puso el caldero de hierro al fuego y volvió sobre sus pasos hacia la bodega. De allí subió vino en una jarra de barro y una calabaza para el guiso de la noche y los llevó a la cocina. Volvió al pajar, cogió de nuevo paja en un cuévano grande, se echó al hombro un hatillo de alfalfa y metió en el bolsillo de su mandil algo de grano para las gallinas. Subió los dos peldaños que llevaban a la puerta de madera con grandes remaches de hierro y salió de la casa.
Adosadas, a derecha e izquierda de la casa, estaban las dependencias de los animales.
A la derecha, el corral, tenía una puerta muy grande porque en ocasiones tenían algún burro e incluso una vaca. Allí alimentó a las gallinas y recogió 3 huevos de los ponederos.
La primera puerta hacia la izquierda era la de una pequeña conejera. Les echó alfalfa y cuando se puso a retirar la cama de paja sucia por los excrementos de los animales, se dio cuenta de que había una nueva camada. Debían haber nacido la noche anterior. Los contó, junto con los nacidos la semana pasada, tenían nueve gazapos. Acabó de recoger la paja sucia, puso paja nueva y agachándose un poco salió cerrando tras de sí la pequeña puerta con el postigo de madera.
Un poco más allá entró en el recinto de las cabras. Cambió la paja sucia por la que le quedaba en el cuévano y las ordeñó.
Llevó el balde de leche a la casa y lo dejó en la cocina junto con los huevos que sacó con cuidado del bolsillo delantero de su mandil. Los animales estaban listos!.
El agua del caldero hervía, echó en él media gallina troceada junto con algunas verduras, garbanzos y calabaza en abundancia y cogió la escoba. Empezó a barrer por la alcoba de sus padres, era la que quedaba mas al fondo de la casa. Más allá estaba ya la escalera que bajaba a la bodega. Descorrió la cortina y entró. Las paredes eran de adobe encalado y Jimena advirtió no pocos trozos de cal en el suelo de la estancia. Esa alcoba, como toda la casa, empezaba a necesitar un nuevo encalado. Por todo mobiliario había un camastro no muy grande sobre el que colgaba un gran cristo de madera, un par de baúles dispuestos contra las paredes y un mueble que tenía una jarra con agua en la parte baja y una palangana en el estante superior y que era todo lo que necesitaban para el aseo diario.
Corrió la cortina para entrar en la alcoba de sus hermanos. El mobiliario era muy similar, dos camas en vez de una, el baúl de cada uno de ellos y el mueble para el aseo. Se dio cuenta de que no les quedaba jabón ni agua en el palanganero. Cuando acabó de barrer la alcoba de sus hermanos pasó a la suya. Elvira y ella dormían en la misma cama y sobre ella había una imagen de madera de una sonriente Virgen con un bonito manto azul.
Ninguna de las habitaciones tenía ventanas, por lo que en cada una de ellas había gruesas velas y juncos trenzados y cubiertos de sebo para encenderlas con facilidad.
Cuando acabó de barrer el suelo de tierra compactada, subió al “sobrado” (un altillo de madera que se extendía sobre toda la casa) por el que se tenía que desplazar agachada y, dejando a un lado los sacos con lentejas, garbanzos y trigo que tenían preparados para entregar a su señor, cogió un trozo de jabón de una gran cesta de mimbre. Lo había hecho con su madre unos meses atrás, mezclando grasa de cerdo, sosa cáustica y flores de lavanda. Lo puso en el palanganero de sus hermanos.
El guiso casi estaba listo. Le echó sal y unas ramas de orégano y lo separó un poco de la lumbre.
Limpió la mesa de comer, las sillas y el banco corrido de la sala principal.
Salió a la calle. Miró al cielo y pensó, por la altura del sol, que su familia estaría ya a punto de llegar a casa.
Revisó mentalmente sus tareas. Tenía la casa limpia, la cena preparada y….Vaya! había olvidado recoger la ropa que dejó secándose en los romeros.
Entró en la casa, cogió el capazo de mimbre y corrió hacia el río.

miércoles, marzo 14, 2007

LA VIVIENDA EN ROMA


Aquel era un día importante en la vida de Spuria Tertia, su primer hijo cumplía 9 días. A partir de ese momento llevaría el nombre de su abuelo paterno: Manius.
Se había levantado temprano y había dado instrucciones a los esclavos para los preparativos. La ceremonia debía ser perfecta.
Cuando advirtió que todo estaba ya encauzado fue a buscar a su hijo para amamantarlo. Estaba sano y era hermoso. Spuria sintió que la felicidad de ese momento hacía que algunas lágrimas corriesen por sus mejillas.
Echó cuentas, hacía ya casi dos años que vivía en la villa, y sonrió al recordar su llegada a aquella casa.

En October dos años atrás, Spuria era una muchacha ilusionada con el matrimonio concertado para ella por sus padres. Sabía desde que tenía 11 años y Titus 22 que iba a casarse con el. Se sentía orgullosa, Titus Aelius, un muchacho rubio y apuesto al que conocía desde siempre, y que formaba parte de los Hastati de las legiones Romanas, sería su marido. Su padre, al igual que el de Spuria, era comerciante y vivían en la misma calle. Cuando cumplió los 16 años se fijó fecha para el matrimonio. Sería el primer día de Aprilis del siguiente año.
Recordó con horror el día en que su padre le comunicó que Titus había muerto. Unas fiebres habían acabado con su vida en apenas seis días. Ahora debían encontrar con urgencia un hombre para ella, ya tenía 16 años.
No había pasado mucho tiempo cuando su padre le anunció que se casaría con Lucius Salvius, un agricultor.
Spuria lloró durante días. Quien sería ese hombre? Sería amable con ella?. Lo imaginaba un anciano gordo y desagradable y se compadecía a si misma por tener que pasar su vida al lado de alguien así.
No lo conoció hasta 15 días antes de la boda cuando llegó a su casa una tarde para tratar con su padre los últimos detalles del matrimonio. Era alto y fuerte, de unos 35 años. Se quedó a cenar y aunque Spuria no asistió a la cena podía oír su risa fuerte y franca desde todos los rincones de la casa.
El día del matrimonio hubo una gran fiesta en casa de la novia a la que asistieron familiares y amigos de ambas familias y el novio entregó a Spuria el aro de hierro tradicional. Al llegar la tarde, como le habían explicado que debía hacer, Spuria se echó en brazos de su madre llorando y el novio la arrancó de allí en medio de gritos y sollozos.
Montaron en los carros amigos y familiares y salieron en comitiva hacia la casa del novio. Rieron y cantaron canciones picantes durante todo el camino. Llegaron poco antes del alba. Lucius entrego a Spuria un algodón y aceite y juntos ungieron las bisagras de la puerta de entrada. Los familiares de la novia la levantaron y cruzó el umbral de su nueva casa en el aire. Dentro la recogió el novio también en brazos y, entre las risas de algunos esclavos, fueron conducidos a sus aposentos.
Al día siguiente después de que Lucius saliera para encargarse de sus obligaciones y después también de hacer las ofrendas tradicionales a los dioses, Spuria quiso recorrer su nuevo hogar.
Salió de la casa y caminó hasta la entrada de la villa. Cuando franqueó el arco se volvió.
A derecha e izquierda de la entrada había edificaciones de tapial (encofrado de tierra con cal) sobre un pequeño zócalo de piedra que adivinó eran las casas de esclavos. Se encaminó hacia el interior de la villa y a su paso iba encontrando distintos edificios: el pajar, el almacén, el lagar, el corral, las porquerizas, las caballerizas, el hórreo y la bodega. Era mucho más grande y rica de lo que le había parecido a su llegada.
Había recorrido unos 150 metros cuando se encontró con el arco de entrada a la vivienda principal. Al atravesarlo se vio inmersa en un hermoso jardín. Había en el centro una fuente con un pequeño estanque circular y a los lados media docena de laureles de considerable tamaño.
Miró a la izquierda y vio otra construcción, era la casa el vilicus (encargado de la explotación). Esta estaba construida también sobre un zócalo de piedra, tenía un pequeño porche de madera y un naranjo cargado de frutos, aún verdes, dada la época del año. Contra el muro opuesto de la villa estaba el huerto. Se acercó a el, varios esclavos le sonrieron mientras recogían verduras y entresacaban las malas hierbas.
Volvió hacia la casa principal. Sus muros eran de adobe estucado (masa de yeso y mármol) de un color rosado que, al sol, le pareció el color más bonito que jamás hubiera visto.
La puerta de entrada era de madera y a cada lado de ella seis columnas sostenían el alero, también de madera y cubierto de tejas, de un pequeño porche que proporcionaba sombra a la entrada prácticamente todo el día.
Atravesando la gran puerta de madera entró en el vestibulum, una pequeña sala con algunos taburetes de metal. A ambos lados estaban las habitaciones. A ellas se accedía desde el atrium, un patio porticado al que daban todas las habitaciones de la villa y que en el centro tenía un gran impluvium para recoger agua de lluvia. Enormes buganvillas, del color del vino joven y plantadas en tinajas, se ceñían voluptuosas a las columnas del interior del patio.
Dio una vuelta al atrio y entró en el tablinium (salón de la casa), era una gran sala con dos ventanas hacia el atrio por las que entraba luz suficiente para ver los esplendidos mosaicos que adornaban el suelo de la estancia:Una esscena de hombres y mujeres hablando, rodeados de dibujos geométricos. En las paredes, como en el resto de la casa, había cada poco espacio lámparas de aceite colgadas a media altura para cuando la luz solar fuese más escasa.
Entró luego en el triclinium o comedor. De nuevo los mosaicos que adornaban el suelo la sorprendieron. Jardines con aves, escenas de caza,….todos ellos de vivos colores y una increíble belleza. Había varios divanes de madera y mesas de mármol esparcidos por la sala.
Más allá estaban los cubiculum (habitaciones). Ella entro en la suya y la estudió a conciencia. Era muy amplia, el suelo cubierto de losas de mármol rosa, y las paredes cuajadas de frescos representando niños, elementos vegetales, y escenas mitológicas.
El mobiliario era de madera en su mayoría. Había dos camas, varios taburetes, mesillas auxiliares y un gran tocador en el que dejó con cuidado el peine de marfil y el perfume de aceite de bergamota que le había regalado su marido la noche anterior.


El niño se había quedado dormido. Mientras lo llevaba a su cuna Spuria decidió darse un baño y trenzarse los cabellos para la ceremonia.
Pronto llegaría Lucius y ella deseaba estar hermosa para el. Había aprendido a amar a ese hombre que, como su villa, le estaba proporcionando días inolvidables en cualquier época del año.

viernes, marzo 02, 2007

LA VIVIENDA EN LA PREHISTORIA



Habían celebrado su rito de unión hacía una semana.
Después de los días previstos de celebración entre los respectivos clanes, cogieron sus pertenencias y los regalos que familiares y amigos les habían hecho y, despidiéndose de sus familias con la promesa de una pronta visita, echaron a andar hacia el este.

Sabían que en aquella dirección, y en un espacio equivalente al que se puede recorrer en quince días de viaje a pié, no vivía ningún clan.
Caminaron con alegría y decisión durante tres días y…..

Allí estaba aquel magnifico agujero, orientado al sur y cerca de un valle por donde serpenteaba un río cristalino que les serviría para beber, bañarse, pescar…. Además en sus orillas crecían abundantes arbustos de bayas diversas que en primavera les obsequiarían con sus dulces frutos.
Entraron en la cueva y les pareció suficientemente espaciosa. Había una sala central prácticamente circular y un poco mas adentro una sala algo menor que les vendría muy bien para almacenar grano, verduras y carnes secas para el invierno.
El agujero de entrada no era muy grande y ninguna de las dos salas de la cueva tenía otro orificio que les proporcionase luz pero, ambos estuvieron de acuerdo en que eso evitaría que osos o pequeñas alimañas se colasen en su cueva para saciar el hambre con lo que encontrasen en la sala de almacenamiento.
Además,  habitaban el valle conejos en abundancia y algunos herbívoros mayores que les permitirían, sin demasiado esfuerzo, incluir en su dieta carne con regularidad.
El Clan mas cercano, el de la familia de su hombre, estaba a tres días de viaje a pié. Lo suficientemente cerca para poder reunirse con regularidad pero también suficientemente lejos para que no hubiera problemas de injerencia entre ellos.
Arrancaron unos manojos de juncos de la orilla del río, barrieron con ellos el interior de la cueva y extendieron sus pieles de dormir. Se abrazaron y, regalándose su amor, hicieron suyo por primera vez aquel espacio.
Decidieron el lugar donde ardería el fuego de su joven clan, casi en medio de la gran sala circular, y colocaron allí grandes piedras en círculo.
Después salieron de nuevo de la cueva. Ella fue a buscar leña para encender por primera vez ese fuego que, si todo marchaba según lo previsto, no dejarían que se apagase jamás y el subió a la montaña a practicar el agujero que les serviría para que el humo del hogar tuviese una salida y no se acumulase dentro de la cueva.
Al cabo de una hora ella ya había puesto madera de varios tamaños en el centro de las piedras y había acumulado leña para una semana más a la entrada de la misma.
Miró hacia arriba y vio que su hombre todavía no había terminado la chimenea así que decidió coger su honda y ver si podía cazar algún conejo para la cena.
Cuando regresó,  encontró encendido el hogar y la gran olla de piedra que le había regalado su madre estaba sobre el fuego con agua y algunas verduras sobrantes de su corto viaje.
Le sonrió y, después de degollar al animal y guardar su sangre en un cuenco de madera, lo desnudó de su piel, lo troceó y lo echó en la olla. 
Guardó cuidadosamente la blanca piel en un rincón para empezar a curtirla al día siguiente. Se hacían buenas prendas de abrigo con la piel de los conejos.
Mientras esperaban que el guiso de conejo con verduras estuviese listo, cogieron el cuenco con la sangre del animal y en la pared en la que más hermosas brillaban las llamas de su hogar, pintaron, juntos, los símbolos de sus respectivos clanes.

viernes, febrero 16, 2007

MI COCHE



Hace medio año que adquirí un 206 CC. Me gusta este modelo desde que, hace 8 años, amarillo y descapotado lo ví en una revista de motor.
Como para muchas mujeres, la estética en los coches es muy importante para mí. Cualquier coche te lleva al trabajo pero,..… como un buen par de zapatos de tacón,
este lo hace con mucho mas estilo.
Su línea es vanguardista pero, en cierto modo, tiene muchos guiños a modelos de los años 50. El mío en concreto es negro con la tapicería bicolor en rojo y negro. Los asientos son bastante envolventes y resultan cómodos en trayectos cortos y medios.
Quizá le falta amplitud para desplazamientos más largos pero, ¡siempre tienes el de tu marido para esas ocasiones!.
Si es bonito cubierto, sin capota “quita el sentío”.
La capota se quita o se pone en 20 sgs., y me sorprendió agradablemente poder seguir escuchando música a 120 km/h.
Por supuesto tiene ABS, sistema de audio JBL ( que se maneja desde un mando a la derecha del volante), ordenador de viaje (que informa del consumo instantáneo y acumulado, Kms. Recorridos, velocidad media….) desde un botón al final del mando del limpiaparabrisas y algún extra mas a los que ya nos hemos acostumbrado todos.
Su volante es muy sensible y se agarra al asfalto magníficamente.
1,6 l, 16 v, 110 cv.,…Nimiedades! Lo que de verdad cuenta es que cuando lo conduzco me siento bien, poderosa, cómoda, elegante, … Y es que ¡LOS ZAPATOS PLANOS NUNCA ME HAN SENTADO BIEN!

jueves, febrero 08, 2007

LA TEORÍA DEL CAOS


La teoría del caos parece estar de moda. A simple vista da la impresión de que, en cualquier materia, cuando los expertos no encuentran la manera de explicar algo, ahí está la teoría del caos. Como una gran saca, parece que todo tiene cabida en ella. Resulta increíble que hasta los años cincuenta no se empezase a escribir sobre la teoría del caos. La humanidad ya había tenido tiempo de darse cuenta de que el orden real o natural poco tiene que ver con el que los humanos pretendemos reducir y encorsetar, mediante fórmulas, diagramas, esquemas….., conceptos como el clima, la salud o el tiempo.
Eso no significa que, debajo del aparente caos, no subyazca algún tipo de orden. Es un orden flexible, un orden que se amolda a las distintas contingencias que puedan venir a alterar un determinado sistema.
Poniendo como ejemplo la mente humana, se sabe que los trastornos mentales como el autismo, la depresión, etc… no se deben, como podría parecer, a una mente caótica sino a una demasiado ordenada, demasiado estricta.
Si hablamos del corazón, todos pensamos que tiene un ritmo regular y ordenado pero no es así. Un corazón sano tiene la capacidad de reaccionar frente a distintos estímulos bombeando mas rápido y mas fuerte mientras que uno enfermo late de una forma mucho mas ordenada, no es capaz de cambiar su ritmo para adaptarse a nuevas condiciones.
Todos, por el hecho de formar parte de la naturaleza, estamos inmersos en el caos. Es un caos que no tenemos que controlar, sabiendo que somos parte de el, debemos actuar como la Palmera frente al viento: fuerte pero dúctil. Debemos sensibilizarnos positivamente frente a los cambios y lo novedoso y, aceptando que el aleteo de una mariposa en el Ecuador puede producir un huracán 3 meses después, darnos cuenta de que individual o colectivamente tenemos realmente la capacidad de cambiar el mundo.

viernes, enero 26, 2007

DECEPCION


Hay una pequeña isla en la Antártida llamada Decepción.
Cuenta la leyenda que debe su nombre a que, en algún momento, circularon rumores de que estaba llena de tesoros de piratas. Después de años y algunas expediciones de aventureros y cazatesoros, se ha llegado a la conclusión de que no alberga tesoro alguno de valor económico aunque, parece que, si tiene otros valores de carácter natural imponentes.
Quizá eso es lo que nos pasa con las personas y los proyectos. El problema es que nuestras expectativas casi siempre superan la realidad. Me pregunto el porqué de esta actitud ya que los años vividos y la experiencia acumulada, solo nos acercan a la idea de que el Ser Humano, la mayor parte del tiempo, es egoísta, mezquino, mentiroso y realmente decepcionante. Extrapolando esta premisa al mundo de los proyectos, relaciones laborales, empresas…, encontramos “mas de lo mismo”. Porqué iba a ser de otro modo, no está en última instancia todo organizado y dirigido por personas?
Quizá el problema está también en el otro lado. Porqué debo esperar de los demás algo que en ocasiones no soy capaz de ofrecer?.
Los intereses de todo tipo son el motivo de que no podamos ser auténticos, honestos y valientes.
No recuerdo quien dijo: “Cuanto mas conozco a la gente mas me gusta mi perro” pero, en estos momentos no puedo estar mas de acuerdo con el. Aunque....es cierto que, como la Isla Decepción, los Seres Humanos tenemos algun tesoro natural increible: Nuestra inteligencia.
Ella nos permite conspirar, manipular,... y en algunas pero escasas ocasiones aprender!

lunes, enero 15, 2007

PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE

Heisenberg (Físico alemán) demostró que es posible construir un aparato que muestre donde está un electrón en un determinado momento si obviamos su velocidad y que podríamos también medir su velocidad sin alterarla pero, en ese caso, no podríamos determinar exactamente su posición. Parece ser, hablando siempre de particulas subatómicas, que ningún aparato puede darnos velocidad y posición de forma precisa. El problema es la interacción en la medición, bastan unos fotones apuntando al electron, a fin de poder verlo, para desviar al pequeño electrón de su posición.
Algunas personas pensarán que esto no es aplicable a nuestro mundo, mucho mas grande, que parece capaz de soportarlo todo.
Pero, traslademos el principio de incertidumbre a un plano mas social. Parece claro que para conocer algo con precisión (medir) debemos observar, preguntar, debatir, probar? (interaccionar) y al hacerlo cambiamos las cosas, los procesos, los métodos e incluso las ideas de algunas de las personas que tenemos cerca.
Luego parece que, ese conocimiento preciso de cualquier persona o cosa, es imposible porque pasaría inevitablemente por alterarla y, al hacerlo, ya no sería exactamente el objeto de nuestro estudio inicial.
Esto, en principio, parece prometedor, pero repercute también en nuestra responsabilidad?